jueves, 11 de diciembre de 2014

Capítulo 1 |Soy E801|

Fanfic


Autor/a: @MeiMeh_.
Sinopsis: 
Hola, soy E801. Lo sé, es un nombre raro, pero es lo que tiene ser un error del sistema. En el año 2XXX todos tienen un propósito, algo que hacer, excepto yo y unos cuantos más. Por eso soy un desecho de la sociedad, pude ser todo o nada y mis padres para no arriesgarse a tener una cosa inútil como hija me encerraron en El Centro, donde vamos todos los que no encajamos en su sociedad 'perfecta'.
Capítulo: 1.
Género: Ciencia ficción.
Personaje: E801.

Capítulo 1

Despierto otro día en mi celda de El Centro, los guardias lo llaman habitación, pero para mí un lugar de espacio con paredes de hormigón sin ninguna ventana por donde mirar al exterior donde solo hay una cama y una puerta para salir y con escasos metros cuadrados es una celda, o así lo llamaba un libro que le rob¡QUIERO DECIR! que le cogí prestado a Dan, uno de los guardias del Centro. No soy una cleptómana, vale? Es que me gusta mucho leer y aprender cosas nuevas, ya que aquí no tenemos derecho a educación ya que somos 'desechos humanos', o así nos llaman todos los demás; y Dan siempre deja las cosas a la vista y luego se va y pasa lo que pasa, lo que es muy gracioso es verle  dando vueltas cual perro que desea morderse la cola buscando lo que le he cogido.

Volviendo al tema, intento salir de la celda, no me gusta estar mucho tiempo quieta en un sitio y ahí dentro no me puedo mover en cuanto a penas, pero la puerta no parece querer abrirse, maldigo en silencio, vuelvo a intentarlo pero la puerta se me resiste, ¿será muy temprano y no nos dejan salir aún? No lo se, puesto que al no haber ventanas en la habitación no sé que hora es...o ¿es que los guardias están graciosillos hoy y no me dejan salir?. Empiezo a dar golpecitos con la mano en la puerta, sigo encerrada, los golpes los doy cada vez más rápido y con más fuerza, me estoy empezando a desesperar, empiezo a darle a la puerta con la cabeza:

-¡EH!-grito-¡QUÉ QUIERO SALIR!-escucho pasos acercarse, supongo que será un guardia ya que estoy montando un alboroto.-Ábreme por favor.

Los pasos se paran unos segundos frente a mi puerta, parecen dudar en si irse o abrir mi puerta, pero luego se alejan, al oír que se va empiezo a gritar cual posesa y a dar golpes por todos lados:

-¡DEJADME SALIR HIJOS DE PUTA!-no oigo nada excepto a mi misma gritando e intentando abrir la puerta que me mantiene presa en la habitación.-¡NO ME ENCERRÉIS AQUÍ! ¡EH! ¡EH! ¡ESTOY ACK!-la última palabra se me atraganta.

Noto que me falta el aire, comienzo a hiperventilar, intento pedir ayuda pero las palabras no salen...noto que pierdo fuerza y todo se torna negro.
Al volver en mí noto algo presionando mi cara, es una mascarilla que me ayuda a respirar, me la retiro con delicadeza y al intentar incorporarme mi espalda se resiente, probablemente me desmayé después de intentar pedir ayuda y caí en mala posición. Sigo sin saber en que hora estoy pero por lo menos ya no estoy en esa celda enana, me siento despacio en la cama para levantarme y veo en mi muñeca unas esposas y un guardia en la puerta, ¿como es que no le he visto antes?

-E801, manténgase quieta en la cama.-dice el guardia de edad avanzada, cara de pocos amigos y una barriga cervecera que arruina el cuerpo de un hombre que, años atrás, fue atlético; si no recuerdo mal su nombre era Bob.

-¿Por que? Yo quiero salir, Bobby.-le llamo Bobby para intentar ganar un poco de confianza con él.
-No puede.-dice cortante y con tono autoritario.

-No me conoces bien, ¿verdad?-me quito las esposas con facilidad-¿Qué no sabes que esto conmigo no funciona?-se queda boquiabierto.

-¿Cómo has?

-Quitarse estas cositas es muy fácil.-le corto a mitad frase-Bueno, ¿me dejas salir?

-No puedo ordenes de...

Justo en ese momento entra el guardia jefe Alexander, un hombre de unos cuarenta años con un cuerpo bien formado, espalda ancha, mandíbula firme, ojos de asesino y con una personalidad horrible y muy poca paciencia.

-Ordenes mías. E801, ¿porqué estaba usted tan alterada antes?-dice con su mirada de depredador puesta en mí, sé que tiene ganas de matarme, lo supe desde que llegó aquí hace unos 3 años.

-Bueno...es que...ya sabe que no me gusta estar encerrada y no podía salir...y me he puesto nerviosa.-intento poner voz de niña buena, solo espero que no se ponga violento conmigo.

-Yo de usted no sé nada, solo que es un error y que como vuelva a armarla irá a aislamiento.

Al oír la última palabra tiemblo cual flan, asiento y me siento con la espalda recta en la cama. Alexander se acerca a mí, me agarra del brazo sin mucho cuidado y me lleva a la sala común con todos los demás. Una vez llegamos libera mi brazo y se marcha, al ver que ya se había ido camino por el centro de la estancia hasta el final o eso quería hacer hasta que veo a B016, uno de los idiotas que lleva haciéndome la vida imposible de aquí, con algo que me resultaba familiar...¡ESE COLGANTE QUE LLEVA EN LA MANO ES MÍO!

-Dame ese colgante B016.-digo a escasos centímetros de él.

-¿Cuál? ¿Este qué pone M?-en tono burlón.

-Ese mismo.

-Esto es mío.-la gente empieza a rodearnos, es lo que siempre hacen cuando prevén que va a haber pelea.

-¡Y UNA MIERDA! ¡DAME MI ÚNICA PERTENENCIA AHORA MISMO O...!

-¿O qué?-más chulo todavía, ahora están todos los ojos puestos en nosotros, los guardias también miran, pero no hacen nada.

Ahí es cuando estallo y no me pudo controlar, me lanzo a su cuello y empiezo a apretar y a apretar, su cara llega a estar roja y sus ojos parecen querer salirse de sus cuencas hasta que alguien me agarra por detrás, no antes de que recupere mi colgante y cierre mi puño para que no me lo arrebaten, entonces la voz del guardia jefe dice algo que no deseaba oír:

-¡A AISLAMIENTO AHORA MISMO!

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