jueves, 8 de enero de 2015

Capítulo 1 - ¿Eres tu al que llaman "el nuevo"? |Mariposas de fuego|

Historia



Autor/a: @SrMichaelis
Sinopsis:
Bienvenidos a la escuela de elementos de la cuidad de Emment en la que podrás aprender a dominar el elemento que te ha correspondido al nacer. Esta escuela esta regida por el gobierno elemental, más conocidos como los magos, habiendo cuatro (uno de cada elemento). Cada estudiante pertenece a uno de los cuatro pilares de la escuela: fuego, aire, tierra y agua. Cada uno de los elementos está separado en cada una de las esquinas del lugar, para que no haya conflictos internos cuando se tenga que descansar. Se impartirán clases a todos los estudiantes por igual hasta su tercer año, en el cual podrán especializarse en su elemento y dominarlo a la perfección.Sabemos que esto puede ser difícil de conseguir pero...¿estas preparado para comenzar tu aventura hacia el terreno de la magia?
Capítulo: 1.
Géneros: yaoi, fantasía, ciencia ficción, homo, romance, drama.
Personaje: Seth y Vicent.
Notas: 
Estoy trabajando en este nuevo fanfic. Aunque parezca que va a ser como cualquier historia heterosexual de magia, os aviso desde ya que de heteros nada. Espero poder escribirla con continuidad porque requiere mucho más tiempo que la de Pétalos de rosa, pero rezo por que os guste.

Capítulo 1

¿Eres tú al que llaman "El nuevo"?


-¿Mi elemento que cual es? Soy de Fuego por supuesto.-respondió orgulloso Seth, el protagonista de nuestra historia. Una chica le había pedido que se reuniera con ella en el tiempo que tenían libre entre después de comer y las clases.
Él sabía por qué lo había llamado. Era bastante popular entre la población femenina de la escuela de Emment, como era de esperar. No todo el mundo tiene el poder de resistirse a un chico de cabello negro, con una pequeña cresta no puntiaguda, y unos ojos verdes penetrantes. Sin olvidarnos del aro que colgaba de su ceja izquierda, algo , que según tenía entendido, volvía loca a más de una persona.

-¡Oh! Qué bien.-exclamó la chica mientras movía uno de sus pies y agachado la cabeza, nerviosa de la situación.-Yo soy de Viento, nos podríamos complementar muy...-tragó saliva, la boca se le secaba a la pobre chica.-bien-dijo mientras volvía a levantar la cabeza por cuarta vez y dedicarle una sonrisa tímida a Seth.

-Perdona, pero no me hablo con pseudoelementales como tú.-dijo vacilante, metiéndose las manos dentro de los bolsillos del uniforme que les hacían llevar. Solo a los estudiantes del séptimo año o mayores, les daban uno especial el cual les diferenciaba por su elemento: Fuego, Aire, Agua y Tierra, los de menor año llevaban el mismo para todos. Como era evidente la chica llevaba el uniforme negro, por lo que no pudo saber de qué elemento era hasta que se lo dijo. El suyo, aunque era también negro los botones de la chaqueta junto a su cinturón y zapatos tenían rojos, amarillos y naranjas muy bien entremezclados, dando a parecer que eran llamas. Cansado de la situación, pasó una de sus manos por la cresta y miró a la chica.- Vete a soplarle a otro en la oreja.- dijo despectivamente. Se dio la vuelta y puso camino hacia las habitaciones de Fuego.

Pocas veces perdía el tiempo con alguna chica que no fuera de Fuego, debía estar demasiado buena para hacerlo. Normalmente salía con chicas de su elemento pero con nada de ataduras, ya que se cansaba de ellas a las pocas semanas. Ellas lo sabían, pero al parecer les daba igual, con solo estar con él unos pocos días ya eran felices. La única chica que le llamaba la atención e intentaba coquetear con ella era la líder de Tierra. Su larga melena rosada, trenzada en algunos mechones, le volvía loco. Además, ella no era de las facilonas, por lo que era un reto que él estaba encantado pasar.

Al llegar al salón de Fuego, el cual estaba en el centro de todas las habitaciones, por lo que podéis haceros una idea de lo grande que era, notó que se había armado un buen barullo y él no se había enterado de nada. Entre el bullicio buscó a sus colegas, Pit y Nat. Ellos siempre se enteraban de todo lo que pasaba en la escuela, daba igual a qué elemento manchara. Se acercó a ellos intrigado y en cuanto llegó, les dedicó una gran sonrisa y una palmada en la espalda como modo de saludo.

-Venga, contadme qué es lo que se está cociendo en esta maldita escuela.- dijo y captó la mirada de algunos los cuales aun no se habían enterado de nada, como él. Ambos chicos se acercaron y se pusieron una cada lado y le susurraron al oído la información.

-Hemos escuchado que va a venir un chico nuevo a la escuela.- dijo Pit emocionado.-Dicen que los padres le han estado escondiendo del gobierno de elementales.-siguió Nat también emocionado.-También me he enterado de que no sabe de qué elemento es.-le siguió Pit recalcando la última palabra con algo de asco.- Si si, seguro que pertenecerá a algún elemento inferior, a los de Fuego no nos pasa eso.- terminó Nat haciendo como que escupía al suelo y pisaba la saliva imaginaria.

Estaban ya a mitad de curso y era muy raro, bueno no, rarísimo que un estudiante se acoplara a la escuela de elementos a esas alturas de curso. Algo gordo debería haber pasado para que le hubieran concedido la admisión. ¿Por qué le estaban escondiendo sus padres? Se suponía que ir a esta escuela era todo un honor para cualquier elemental, ya que era una de las más prestigiosas de todo Anhar.
-Bueno, ya le daremos la bienvenida al nuevo.- dijo con una sonrisa maliciosa mientras sus compañeros frotaban las manos llenos de ideas perversas. Si, se dedicaban a dar "la bienvenida" a todos los novatos que entraban por primera vez a la escuela.

Fuego era mayormente conocida por hacer ello y por tener un gran poder. Seth siempre participaba ya que era líder de Fuego a su noveno año con 18 años. Normalmente todos los nuevos que entraban tenían 10 años e iban a primero. Hasta el sexto año los alumnos no sabían qué elemento era el que dominaban, ya que aun no se había desarrollado el poder en ellos, aunque siempre había excepciones. Los que antes sabían a donde pertenecían sin pasar por la prueba eran los de fuego, per siempre tenían que hacerla para asegurarse y que no hubiera confusiones.

-Dicen que llegará muy pronto, debemos preparar ya lo que le vamos a hacer.- dijo Nat ansioso por darle la bienvenida.
-Esta vez os lo dejo a vosotros, chicos. Se que tenéis muy buenas ideas, yo me voy a descansar un rato que me muero de sueño. Si no estoy en la clase de control del fuego, decidle a la profesora que no me encontraba bien.- dijo y sin esperar respuesta de sus amigos, se marchó hacia su habitación.

Una de las cosas buenas de ser el Lider de cualquier elemento es que tu habitación es algo más grande y llamativa que las demás. Estaba más o menos en el centro de todas y un arco pintado con detalles de la historia de Fuego se disponía por encima de su puerta, incrustado en la piedra de la pared. En el interior había dos apartados: la primera habitación era su despacho, donde podía dejar todos los papeles que le daban de información y poder pasar citas con los miembros de su elemento; y su habitación, la cual en cada detalle daba a entender que era de Fuego. Se echó sobre la cama, se quitó la parte de arriba del uniforme y, sin abrir las sábanas, cayó a los pocos segundos en los brazos de morfeo.

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*Toc* *Toc*

Alguien estaba llamando a la puerta, despertando a Seth de sus sueños. Éste, de mala gana, se levantó y fue tambaleándose medio dormido hasta la puerta, la cual la abrió rápidamente. Detrás de ella había una chica de Fuego, era su segunda. Era muy estricta, organizadora, perfeccionista y manipuladora, aunque eso no quitaba que su melena pelirroja con las puntas anaranjadas, le volviera loco.

-¿A qué se debe tu grata presencia Helen?- dijo mientras se apoyaba en una de las paredes e intentaba marcar músculos, no llevaba nada de cintura para arriba.-¿Es que vienes a pasar un buen rato conmigo al fin?.- dijo enarcando la ceja de la que le colgaba el aro.

-Más quisieras tu.-respondió ella coaccionada por las vistas que Seth le estaba proporcionando.-Vengo a visitarte para saber si estás "bien", ya que tus amigos habían dicho que no estabas presentable.-dijo con tono mecánico mientras echaba un vistazo a la cama de éste, la cual estaba algo desordenada.- Por lo que veo ya estás bien, por lo que he de pedirte que me acompañes.

-¿Estas segura?.-dijo mientras agarraba el brazo de Helen y tiraba de él para chocarla contra su pecho. Sonriente pasó una de sus manos por el pelo de la chica, poniéndoselo detrás de la oreja para que esta quedara al aire.-No lo parece-le susurra al oído, mordiendo luego el lóbulo de su oreja.

La chica, avergonzada, hunde la cabeza en el pecho del contrario y susurra palabras que Seth no consigue oír. A este le encantaba que todas las chicas se comportaran así cuando les atacaba de esta forma, tan sumisas y monas. Bajó su cabeza hasta llegar a la altura de la de Helen y, cogiendo dulcemente la barbilla de ella y levantando su cara, buscó sus labios con los suyos propios, encontrándolos a pocos centímetros de él. La chica soltó un leve gemido, como si hubiera estado esperando aquel momento por una eternidad y, cuando Seth lo escuchó, apretó la intensidad del beso, llegando a meter su lengua en la cálida boca de su segunda, dominante.

-¡Atención! Que todos los representantes de todos los elementos se presenten en el despacho mayor en cinco minutos- sonó en la sala mientras un viento llevaba a sus oídos. Era Yin, el mago de Aire, anunciando una reunión de imprevisto. Sin apartar los labios de la chica, gruñó. Ahora que por fin había hecho que Helen cayera en sus redes le llamaban para una estúpida reunión.

Después de apurar su tiempo un par de minutos, se apartó de ella y salió corriendo hacia el interior de su habitación para coger la parte de arriba de su uniforme y salir corriendo al despacho mayor, donde normalmente se reunían los cuatro líderes y magos de los elementos. Se despidió de ella con un "seguiremos" y salió corriendo hacia su destino, al cual ya llegaba tarde. En cuanto llegó, todos le estaban esperando, como siempre.

-Ya que por fin ha llegado el Líder de Fuego podemos empezar con esta reunión.- dijo Ariela, la maga de Agua, amablemente. Un par de guardias elementales cerraron la puerta y ella se aclaró la garganta para seguir hablando. Seth echó una mirada a la Líder de Tierra, Laila, la cual al notar su mirada, apartó la suya de éste. Después de que Ariela le llamara la atención le pidió que escuchara todo. Aquello pintaba importante.-Creo que me puedo mojar las manos y decir que todos ya habéis oído hablar del chico nuevo que se va a unir a nosotros. Vendrá mañana por la mañana a primera hora y deberéis recibirle los cuatro.- dijo señalando a cada Líder.- Pensaréis que es una tontería pero ese chico debería estar en Séptimo año y aun no conoce cuál es el elemento que domina.-explicó dando énfasis a su edad. Era muy raro entre los elementales no saber tu elemento pasados los 15 años y más no haber asistido a la escuela después de haber cumplido los 10 años.-Debéis ayudarle hasta que sepamos cual es su elemento. Hasta hace nada desconocía la existencia del dominio de ellos.

"Mierda" dijo Seth en sus adentros. Aquello le iba a quitar bastante atención hacia su persona y eso no le gustaba. "Le daremos una bienvenida digna, para que se de la vuelta y vuelva por donde ha venido" planeó maliciosamente en su cabeza. Odiaba que la gente le quitara el protagonismo, él debía ser el chico del que más se habla en toda la escuela, ya sea para bien o para mal. Ariela finalizó con que la prueba sería dentro de 4 días y que, hasta entonces, debíamos cuidar de él y enseñarle como funciona el sistema, cosa que lo iba a hacer encantado con sus jugarretas.

Gracias a la reunión, había perdido todas las clases de la tarde, ya que había tenido que organizar con los demás líderes qué iban a hacer en su llegada, acumulando papeles informativos en su carpeta. Le habían dejado el primer día para él, en el cual le debía enseñar las instalaciones y donde estaban las clases a las cuales debía acudir. Al haber entrado muy tarde, tendría que asistir a clases tanto de primero y segundo año por ser las más básicas. Cuando todos los de fuego se volvieron a unir en el gran salón después de las clases, buscó a Pit y Nat para conocer el plan que habrían pensado. Eran unos verdaderos genios en inventar maneras nuevas de acobardar a los nuevos y echarlos atrás.

-¡Ey chicos! Os estaba buscando-dijo Seth agarrando el hombro de Nat para llamar su atención, ya que estaba haciendo el tonto con Pit. Este sonrió al verle y le hizo un gesto con una de sus manos para que contara lo que había pasado en la reunión de líderes.-Nada, que mañana viene el nuevo y me toca a mi cuidar de él, espero que tengáis ya pensado su maravillosa bienvenida desde Fuego.

-¡Claro!!.-Saltaron los dos a la vez al unísono. A veces le llamaba mucho la atención lo bien que se complementaban sus dos mejores colegas.-Tu solo llévalo a la sala de pociones, estará todo montado para cuando llegues.- dijo Pit mientras se mordía el labio de emoción. Debía de ser muy bueno para que éste estuviera así.

-Estupendo entonces, vayamos ya a cenar que me muero de hambre.-propuso Seth.

Después de cenar y de evitar a parte de sus acosadoras, consiguió llegar a su habitación. Deseaba que llegara ya el siguiente día, sabía que se iba a divertir de lo lindo con el chico nuevo. Así sabría dónde no debía meterse y a quien debe de tener miedo. Cansado sin haber hecho mucho aquel día, se metió dentro de la cama y sacó su roca de Fuego para ver si tenía mensajes nuevos. Así era como se comunicaban socialmente los estudiantes de Emment, cada uno tenía una roca de su elemento o los menores de 16 años, una roca con todos los elementos unidos armoniosamente. Era muy fácil de utilizar, solo debías concentrar tu energía en las manos y ya podías leer mentalmente los mensajes. Al principio a todos le cuesta, pero después de utilizarlo por todo un año conseguían dominarlo perfectamente. Desechó los mensajes de los profesores y le llamó la atención uno de Helen: "espero que sea verdad que debemos seguir con lo de hoy". Al leerlo, sonrió malvadamente, la tenía en la palma de la mano. Había un par de mensajes más de miembros de Fuego, pero pasó de ellos, le aburría tener que leer problemas de otros. Mañana sería un día genial.

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La campana matutina despertó a Seth, el cual se levantó rápidamente de la cama, casi de manera automática, y se metió en la ducha. A los de Fuego no les gustaba mucho ducharse ya que el sentir el agua sobre su piel era una sensación demasiado desagradable, pero debían hacerlo, las normas lo mandaban. Notaba como cada gota tiraba de su piel. Los de Fuego no sentían la temperatura ya que tenían un mecanismo de mantener la temperatura constante espléndido y encima tenían una piel gruesa y especial, la cual dificultaba el traspaso de calor con el ambiente. Al terminar su ducha, secó su cuerpo cuidadosamente y se vistió.

Hoy venía el nuevo y hoy seguramente se marcharía gracias a ellos. Su roca empezó a brillar, advirtiéndole que tenía que salir ya. Cogió la carpeta donde tenía todos los papeles que habían repartido entre los líderes ayer, después de la reunión. En cuanto llegó a la entrada y encontró entre tanta gente a los demás líderes y se reunió con ellos. Los tres hablaban de lo nerviosos que estaban por enseñarle todo lo que tenían y ayudarle en todo lo que pudieran. Seth solo podía sonreír a cada comentario que hacían, sin soltar palabra. No podría aguantar soltar muchas mentiras sin que se le notara sus planes. Después de 20 minutos esperando y ordenando a todos los mirones que se fueran para que dejaran la entrada vacía, los cuatro magos llegaron y se pusieron al lado de ellos, en el mismo orden: Fuego, Agua, Tierra y Aire.

-Por favor, sed amables.- dijo la de Agua. No sabía porque le daba tanta importancia a ser amables o buenos con el nuevo, no es que fuera nada salido de lo normal. Seth no pudo evitar rechinchinar los dientes y esperó obediente a su llegada con todos los demás.

Al cabo de un par de minutos el susodicho hizo presencia. Todos le hicieron una reverencia y él, mecánicamente, también se la hizo con una pequeña sonrisa de diversión en la cara. Parecía un niño. Tenía el pelo largo, castaño-anaranjado y con un mechón blanco en uno de sus lados. Era bastante más bajo que él y, por lo que parecía, aun no le había salido nada de barba, su piel parecía como la de una chica. "Esto va a ser demasiado divertido" dijo mientras vio como el contrario les hacía una reverencia tímidamente.

-Me llamo Vicent Hole.-dijo presentándose. Sus manos se estaban tocando nerviosamente, llegando a pellizcarse más de una vez.-Espero que cuidéis de mi.

"Dios, esto no puede ser mejor" pensó. El mago de Fuego le hizo un movimiento con la cabeza a Seth para que se acercara al chico y se lo llevara para enseñarle la escuela y algo de su cultura. Se paró a pocos pasos de él y, agachando un poco su cuerpo, saludó.

-Bienvenido, Vicent, cuidaremos de ti.-dijo con segundas, aunque nadie las cogió.

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